Dos limpiavidrios quedan colgados del WTC
Jake Pearson /AP
Nueva York
Dos limpiavidrios que quedaron atrapados ayer en
un andamio a casi 70 pisos de altura en el World Trade Center fueron
rescatados por los bomberos a través de una ventana.Los trabajadores
estuvieron atrapados casi dos horas antes de que el dramático rescate se
concretara, mientras los neoyorquinos observaban desde el suelo y miles
en Estados Unidos seguían el acontecimiento por televisión.
El
accidente en el andamio, que según autoridades fue causado por un cable
que funcionó mal, ocurrió poco más de una semana después de que
trabajadores comenzaran a ocupar el edificio más alto de Estados Unidos.
Se desconocía si el andamio se utilizó en la construcción
del edificio de 104 pisos y 541 metros (1.776 pies) o si el diseño de
éste dificulta trabajar con andamios ahí. Las autoridades señalaron que
los bomberos estaban entrenados para emergencias de distinta clase en la
torre.
La pesadilla de los limpiavidrios comenzó en el
costado sur del edificio ubicado en el Bajo Manhattan alrededor de las
12.40 hora local cuando uno de los cuatro cables que sostienen el
aparato se aflojó, dijo el comisionado de bomberos, Daniel Nigro.
La
plataforma descubierta se inclinó abruptamente y se balanceó
ligeramente entre los pisos 68 y 69, agregó. “Repentinamente pasó de
estar horizontal a casi vertical”, indicó.
Las autoridades
no han encontrado la causa del problema. Los cables son controlados
desde el andamio, informó el comisionado.
Cerca de 100
bomberos acudieron al edificio, algunos de los cuales les lanzaron sogas
a los trabajadores desde el techo para que pudieran sujetarse, y un
radio de dos vías para comunicarse con ellos, dijo Nigro. Los
limpiavidrios estaban sujetos al andamio con un arnés de seguridad.
En un principio los bomberos usaron cortadores con punta de
diamante para abrirse paso a través del vidrio de dos capas que medía
más de 2,5 centímetros (una pulgada) de grosor. Hicieron añicos el
grueso cristal sin moverlo de su lugar y luego recogieron cuidadosamente
las piezas para depositarlas dentro del edificio.
Los
bomberos también comenzaron a descender otro andamio para usarlo como
plan alterno de rescate, pero pudieron hacer pasar a los trabajadores a
través de un agujero de aproximadamente 1,22 por 2,44 metros (4 por 8
pies) a las 2.30 de la tarde.
“Fue una operación bastante
sencilla”, dijo el jefe del batallón, Joseph Jardin, quien supervisa las
operaciones especiales del departamento.
En general los
bomberos tratan de cortar el vidrio de las ventanas para hacer esos
rescates, pero Nigro señaló que el grosor de los cristales significó un
desafío.
El rascacielos, que se alza en el sitio de los
edificios destruidos por los ataques terroristas del 11 de septiembre
del 2001, fue inaugurado apenas la semana pasada. Ya ingresaron en él
175 empleados del gigante editorial Conde Nast.
Se espera que
otros 3.000 trabajadores de la compañía se muden a las instalaciones
para principios del año próximo, y a la larga ocuparán 25 pisos de la
torre de 3.900 millones de dólares.