Alex le dice a Barry Bonds rom perá récord jonrones
UEVA YORK.- Alex Rodríguez le dijo recientemente a Barry Bonds que
quería el record de jonrones que él estableció, y el tono que usó en su
reunión con los Yankees de Nueva York el martes reflejó esa ambición, de
acuerdo con una fuente familiarizada con los detalles de esa discusión.
Rodríguez tiene 39 años, no ha visto un lanzamiento en un partido de
Grandes Ligas en 504 días, y enfrenta a una especie de “escarnio
público” cuando llegue a los entrenamientos primaverales de su
suspensión de un año, la más notoria en la historia del béisbol — y está
aparentemente convencido de que puede volver y no solo contribuir, sino
ser grandioso.
¿Delirante? Probablemente. Él es un jugador viejo, que ya ha sufrido
dos cirugías para reparar sus caderas, e incluso si le damos el
beneficio de la duda — por supuesto, a su propio riesgo — y presume de
que ya no utiliza sustancias para mejorar el rendimiento, nadie sabe si
podrá ser efectivo sin el beneficio de esa química.
Pero si bien podemos dudar de su sinceridad y preguntarnos con razón
si su carrera se construyó sobre una torre de naipes, nadie debe
cuestionar cuanto él ama el béisbol, y en este punto, ¿le queda alguna
otra alternative? El no reconocer su actual contexto equivaldría a
abrazar el exilio del béisbol que le espera luego de su último partido.
Él está peleando por extender su tiempo en el juego que ama, así que
¿por qué no intentar llegar a las metas más altas posibles y visualizar
los mejores resultados posibles?
Pero también está esta realidad en su lado: A pesar de lo fracturada que
está su relación con los Yankees, él va a jugar si puede batear. Su
salario, de más de $61 millones en las próximas tres temporadas, será el
desempate. Sí Rodríguez asombra al mundo y demuestra que todavía puede
conectar una recta pegada y promediar .400 en los entrenamientos
primaverales, ¿a quién ustedes piensan que utilizarán los Yankees, el ex
Todos Estrellas a quien le deben decenas de millones de dólares y que
puede atraer ratings, o a Garrett Jones?
(Disculpa de antemano: Esto también va para los miembros de la prensa,
como yo. Viajaré a los entrenamientos primaverales la semana que viene, y
me imagino que estaré hablando más sobre Rodríguez que sobre Chris
Young.)
La dinámica del dinero garantiza que él va a tener una oportunidad
justa de demostrar en los entrenamientos primaverales de que todavía
puede jugar. Los Yankees podrían vivir con él si la única distracción
que causa es con su swing. Por otro lado, si no batea y se convierte en
un problema, esto va a disminuir las oportunidades que pueda tener que
pasar sus últimos días en el terreno que tanto admira.
Le pedí a varias personas en el deporte que me dijeran que le dirían a
Rodríguez sobre cómo debe comportarse de ahora en adelante, dadas sus
circunstancias únicas. “Mi consejo a él sería: Menos es más”, dijo un
ejecutivo que no está con los Yankees. “Actúa como un novato y que te
vean y no te escuchen. Solo trata de ser parte del equipo y encajar en
lo que el equipo está tratando de hacer y que todo se trate sobre el
nombre en la parte del frente del uniforme y no sobre el nombre en la
parte trasera.
“Sin distracciones, contesta las preguntas de forma cortés pero
quizás con deferencia hacia otros compañeros, algo como ‘Yo ni siquiera
jugué el año pasado, y lucí terrible en el 2013; vayan y hablen con
alguien con mayor impacto que yo’, y solo mantén tus comentarios para
tí. Menos es más, y solo sé el No. 13 y no A-Rod.”
Dentro de esas líneas, alegadamente los oficiales de los Yankees le
dijeron a Rodríguez en su reunión del martes que a ellos les gustaría
que él celebrara su primera reunión con los medios — su siguiente
confesionario — antes de que se reporten los lanzadores y receptores la
semana que viene. Ellos quieren que su entrenamiento primaverales sea
sobre béisbol y no sobre el regreso de Rodríguez.
“Él necesita asegurarse que esa primera conferencia de prensa no sea
ni cerca de la que tuvo en los entrenamientos primaverales del 2009″,
dijo un agente que no representa a Rodríguez.
Esa fue la conferencia de prensa cuando Rodríguez leyó un comunicado —
vean el video aquí — e hizo una pausa que pareció durar horas, en
teoría ahogado por el sentimiento del apoyo de sus compañeros hacia él.
Entonces prosiguió con su serie de mentiras, sentado frente al logo de
los Yankees.
“Esta vez no deben haber compañeros”, dijo el agente. “Ellos deben
mantenerse alejados. Cambiar el escenario, cambiar la imagen, cambiar el
tono. Yo lo sentaría en el dugout, solo”.
Luego de eso, dijo el agente, “Sí él fuera mi cliente, yo le diría
que se callara la boca y se fuera a los entrenamientos. Le diría que
deje de hablar con la prensa y que solo se dedique a jugar.
“¿Qué si yo pienso que él lo puede hacer? No creo. … Él volvería a ser el mismo camaleón lleno de mi….”.
Un jugador en otro equipo que no son los Yankees me envió un mensaje
de texto sobre lo que le diría a Rodríguez. “Yo no le diría nada”, dijo
el jugador. “Él es un adulto que ha estado en el deporte por mucho
tiempo. Yo esperaría que fuese un profesional y que juegue el juego
duro. Yo no lo trataría de forma diferente que cualquier otro jugador.
Todo el mundo tiene cosas que han hecho y con las que yo no estoy de
acuerdo, y vice versa. Pero todo eso se desaparece una vez cruzas las
líneas del terreno”.
Eso es lo más importante: Una vez comienzan los partidos, la competencia
es el denominador común, y Rodríguez tendrá oportunidad de enumerar su
habilidad y pasión, como todos los demás en el terreno.
Él debería ofrecerse voluntariamente para tomar todos los viajes en
autobús. El manager Joe Girardi nunca lo aceptaría, pero el gesto es
importante. Él debería ofrecerse de voluntario para irse a un campo
cercano para practicar y no estar en el grupo principal de jugadores de
posición, como forma de honrar la intención de los Yankees de utilizar
como su antesalista regular a Chase Headley. Él debería dejar en claro
que no tiene problema con entrar a los partidos de exhibición como
reserva, para abrazar cualquier posibilidad de conseguir una aparición
en el plato. Él siempre ha sacado tiempo para hablarle a los jugadores
jóvenes, pero ahora debería dejar en claro que siempre estará accessible
para hablarle a los jugadores de liga menor de los Yankees durante los
partidos — para él, representaría una especie de servicio comunitario.
Su interacción con la prensa debe ser fuera del camerino, para
mantener a la horda que lo sigue separada de los otros jugadores. La
atención que atrae ahora, una notoriedad de su propia creación, no debe
interferer con los otros jugadores.
Realmente no hay manera de saber cómo va a resultar esto, pero él
debe resueltamente aceptar lo que venga hacia él, y solo enfocarse en su
siguiente entrenamiento, su siguiente aparición en el plato. Los
Yankees han fallado en llegar a los playoffs en las pasadas dos
temporadas y tienen asuntos más importantes que intentar avergonzar a
Rodríguez, pero incluso si él cree que una decisión dictada en un día en
particular lo colocar en una posición poco favorecedora, su mejor
oportunidad de conseguir lo que quiere es absorber cualquier desaire y
seguir adelante.
Estos son los días finales de la carrera de Rodríguez en el béisbol, y
él tiene una última oportunidad. Él aprovechar lo mejor de lo que le
queda, o puede avergonzarse una vez más en su camino hacia la salida.
FUENTE: ESPNDEPORTES.COM
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