La justicia estadounidense rechaza desestimar cargos contra el senador Menéndez
Está acusado de ayudar al médico dominicano Salomón Melgen en una
disputa con funcionarios de salud sobre unos pagos relacionados con los
servicios sanitarios
WASHINGTON.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos rechazó hoy los
argumentos del senador demócrata Robert Menéndez, que había presentado
para que se desestimen los cargos de corrupción que pesan sobre él desde
el pasado abril.
Los fiscales federales respondieron hoy a las
alegaciones del demócrata por Nueva Jersey, quien pretendía que se
desestimase el caso en su contra al argüir una mala conducta de la
acusación del Gobierno y un mal procedimiento en la investigación.
Sin
embargo, el Departamento de Justicia rechazó las mociones presentadas
por el senador y por su amigo Salomon Melgen, un oftalmólogo de Florida
de quien presuntamente habría aceptado prebendas por un valor de más de
un millón de dólares.
“Las mociones de los demandados están
repletas de numerosas inexactitudes y tergiversaciones materiales que es
difícil que pasen simplemente como inadvertidas”, apuntaron los
fiscales.
“Tal vez lo más preocupante -añadieron-, es que los
demandados acusan al Gobierno de ocultar pruebas al gran jurado,
mientras que ellos mismos están ocultando pruebas materiales en sus
alegaciones”.
Menéndez, de origen cubano, está acusado de ayudar a
Melgen en una disputa con funcionarios de salud sobre unos pagos
relacionados con los servicios sanitarios, así como de instar a las
autoridades de República Dominicana a aceptar un contrato con una
empresa de seguridad portuaria propiedad del médico.
Los 17
cargos que pesan en su contra se derivan de una investigación conjunta
entre el Departamento de Justicia y el Buró Federal de Investigaciones
(FBI) que ha desvelado los vínculos entre el senador y el oftalmólogo.
Tanto Menéndez como Melgen han sido acusados de conspiración, soborno y fraude, pero ambos se han declarado no culpables.
Menéndez
es el principal demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores del
Senado, y un actor clave en la política estadounidense respecto a Irán y
Cuba, así como uno de los rostros más reconocidos en la Cámara Alta por
su labor para lograr una reforma migratoria integral en el país.
Con
61 años de edad, nativo de Nueva York y de origen cubano, fue elegido
por primera vez en el Congreso en 1992, es senador desde 2006 por Nueva
Jersey y se ha convertido en uno de los líderes hispanos más influyentes
en el Capitolio. EFE
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