Refidomsa dedica interés e inversión en formar a nuestros músicos y cantantes de mañana
HAINA, SAN CRISTÓBAL.- Melodía, armonía y ritmo se
combinan en la ejecución musical que realiza un grupo de niños y
adolescentes de este municipio, que desarrollan sus habilidades
artísticas con el apoyo y padrinazgo de la Refinería Dominicana de
Petróleo, que a través de su Fundación Refidomsa, dedica interés y
esfuerzos para darles a estos chicos una formación y preparación que les
producirá cambios importantes en sus vidas.
Más de 70 de estos pequeños (hembras y varones),
provenientes de los sectores y barrios más humildes e infortunados de
Haina y Nizao, reciben clases de música y canto, impartidas por un grupo
de profesores dirigidos por el maestro Dante Cucurullo, músico,
compositor y director de la Orquesta Sinfónica Juan Pablo Duarte, del
Conservatorio Nacional de Música.
Todos los sábados, en horario de 10:00 de la
mañana a 4:00 de la tarde, concurren a la cita estos menores que ya
exhiben habilidades sorprendentes en la ejecución de instrumentos como
el violín, violonchelo y viola.
Como puede notarse, inicialmente el proyecto se
desarrolla con instrumentos de cuerdas, pero los planes contemplan
incluir otros de vientos y de percusión.
Las seis horas continuas en el liceo Aliro Paulino
de aquí, lugar de docencia, se reparten entre lecciones de música
(teoría y práctica), recesos, almuerzo y merienda.
Se trata de un hermoso y prometedor proyecto de
responsabilidad social que ejecuta Refidomsa, digno de ser reproducido
por otras instituciones y ser expandido por diferentes puntos del país,
como sugiere el propio Dante Cucurullo.
Además de garantizarles a temprana edad una
profesión en la música, involucrar a estos niños en el arte y la cultura
les proporciona a ellos, a la familia y al barrio donde viven, un
ambiente sano, de tranquilidad, sentimientos y emociones maravillosas.
Su incursión en este oficio cultural, que requiere
de horas de dedicación y de un espíritu divertido y alegre, aleja la
posibilidad de que esta camada de muchachos se enrumbe por un mal
camino, evitando las tentaciones que hoy día fluyen en una sociedad
descompuesta y de crisis de valores.
La música es un estímulo que alegra el alma y toca
positivamente el campo perceptivo del individuo. Y así lo sentí a mi
llegada a uno de los ensayos, acompañado de la periodista Isaolyn
Mieses, asesora de Relaciones Públicas de Refidomsa, quien a
requerimiento de El Nuevo Diario se dignó en mostrarnos cómo funciona el
proyecto.
Los niños que estudian música, divididos en tres
grupos, reciben las enseñanzas a cargo de los profesores Manuel Germán,
Paola Ventura, Génesis Herasme, y Lewline Paniagua, todos egresados del
Conservatorio Nacional de Música. El maestro Germán hizo una
especialización en enseñanza de música para niños, en Estados Unidos.
Cada uno de los estuantes, sujetando su
instrumento, escuchaba las orientaciones de sus instructores, las que
luego ejecutan con destreza, entonando notas musicales estructuradas
melódicamente para dejar escuchar bellas canciones que deleitan el oído.
Disciplina, orden, modales, actitudes, respeto y
otros valores son enseñanzas incluidas como complementos indispensables
para lograr una buena formación musical de estos niños, que se muestran
entusiasmados, jubilosos y divertidos.
Sus padres acuden a presenciar el aprendizaje de
sus hijos, y algunos de ellos aprovecharon la presencia de este
periodista para expresar sus testimonios de lo provecho, útil y oportuno
de esta iniciativa de la Refinería.
El surgimiento
La idea es de Félix Jiménez (Felucho), presidente
de la Refinería, que la plantea y la ejecuta juntamente con el proyecto
de “Aula Cultural” que opera en Haina y Nizao, auspiciada también por la
Fundación Refidomsa.
Se hicieron audiciones a numerosos niños, quedando
seleccionado un grupo de 36 para aprender música, e igual cantidad para
el canto, cuyos padres fueron convocados a fin de que asumieran la
responsabilidad de que sus hijos acuden cada sábado a la impartición de
clases.
“Hemos descubierto muchísimos talentos. De hecho
todo los tienen, aunque unos con más facilidades que otros. Pero una
orquesta enseña, primero la disciplina, y segundo, el trabajo en
grupo…aquí nadie se destaca más que otro, sino que funciona como una
familia”, dijo Dante Cucurullo en conversación con El Nuevo Diario.
Afirma que es frecuente ver cada sábado cuando
algunos de los estudiantes llegan diciendo que aprendieron tales
canciones o ejecuciones musicales, que luego comparten con los demás
compañeros.
Narró que en los ensayos estos niños muestran
“hambre y sed” de aprender a ejecutar sus respectivos instrumentos,
porque ya sienten la pasión por la música y saben por el buen camino que
esta los conducirá.
Cucurullo manifestó que el proyecto, que inició en
diciembre del 2014, irá funcionando como una especie de bola de nieve,
pues los actuales estudiantes entusiasman a otros niños que irán
interesándose para ingresar a las clases.
Ocasionalmente los niños interactúan con los
músicos de la Orquesta Sinfónica Juan Pablo Duarte, lo que representa un
apoyo adicional al proyecto por parte del Conservatorio Nacional de
Música, a través de su directora, María Irene Blanco.
El coro que componen unas 36 voces de niños y
niñas, en edades de 8 a 13 años, funciona a las mil maravillas en la
comunidad de Nizao, mismo sábado y mismo horario, dirigido por la
profesora Iluminada Jiménez.
Como parte de la responsabilidad social de
Refidomsa, esta empresa semi estatal ha expandido políticas sociales a
favor de las comunidades que reciben servicios educativos, culturales, y
de salud.
Dante Cucurullo: “Ojalá y cada
empresa del país hiciera esto, en cada comunidad, en cada barrio, porque
no es caro y así tendríamos una mejor República Dominicana, y la
satisfacción será grande”.
Dijo que “todo el que conoce la música, sobretodo
en la etapa crucial en que lo están haciendo estos niños, será un hombre
totalmente distinto a lo que tenemos hoy en esta sociedad de tanta
violencia, delincuencia y agresiones”.
Añadió que”si nos quejamos de la mala calidad que
tiene hoy la música popular, es precisamente por la falta de este tipo
de apoyo que da Refidomsa”.
POR LUIS BRITO