La cuarta victoria electoral de Putin
Vladimir Putin ha ganado hoy sus cuartos comicios en sólo un año: tras el referéndum de abril en el que los holandeses rechazaron el acuerdo de la Unión Europea con Ucrania, el Brexit de junio para sacar al Reino Unido de la UE y las elecciones parlamentarias rusas en septiembre, el Kremlin ve satisfecho como cae un adversario -Hillary Clinton- y se alza con la Casa Blanca un republicano que abre un mundo de posibilidades a las ambiciones rusas.
Lo que más aprecia de Trump el régimen de Putin es que no es Hillary. En sus tiempos de secretaria de Estado, Clinton enfadó a Putin cuando denunció que las elecciones parlamentarias rusas de 2011 no habían sido “ni justas ni libres”. En Rusia la acusaron desde entonces de estar detrás de la oleada de manifestaciones que protestaron contra ese supuesto “pucherazo” y contra el regreso de Putin al Kremlin. Ahora, tras una convulsa campaña de EEUU en la que Rusia ha estado presente de manera constante incluso por los ataques informáticos que han denunciado los demócratas, el Kremlin tiene su revancha.
A Clinton se la consideraba defensora de la ‘línea dura’ en la política exterior de EEUU en el extranjero. Moscú lleva años defendiendo un enfoque multipolar en el que el poder esté más repartido entre potencias regionales, un escenario más equitativo donde los rusos serían capaces de volver a ’empatar’ de nuevo con EEUU, resolviendo así el descalabro de la Guerra Fría.
La irrupción de Trump en la Casa Blanca abre la puerta a un giro en la política exterior de EEUU, el nuevo planteamiento es corto en detalles todavía y le corresponde ejecutarlo a una persona sin experiencia en política que además tiene detrás a un país dividido. Igual que ha pasado en la relación de Europa con Rusia, Moscú es la continuidad y Bruselas la fragilidad cambiante. Washington tardará un tiempo en encontrar su nuevo rumbo, mientras Rusia sigue con sus planes en Asia, Siria y Europa.
La parte mas dramática de la victoria de Trump es para los países pequeños que están situados en la vieja órbita de la URSS. Su miedo endémico a Moscú se vio refrendado en 2014 tras la anexión de Crimea y la guerra impulsada por Rusia en el este de Ucrania. Trump ha puesto en duda que haya que salir en defensa de cualquier país de la OTAN si es atacado. La triste realidad con la que han amanecido hoy lituanos, letones, estonios, ucranianos, georgianos y moldavos es que a partir de ahora es menos probable que la OTAN les ayude si tienen un problema de seguridad . Y a día de hoy su principal potencial problema de seguridad es Rusia.
Siria también puede resentirse en un nuevo escenario en el que ni los esfuerzos por la paz ni los intentos de derrocar a Asad parecen más al alcance que antes. “Siria va a arder”, pronosticaba esta mañana el analista de defensa Mark Galeotti, que cree no obstante que las cortapisas al poder ejecutivo que impone el sistema político de EEUU “y las propias limitaciones de Trump pueden ser útiles” en el futuro.
Al menos 16 personas murieron anoche en un supuesto bombardeo de la coalición internacional, liderada por EE.UU., en un pueblo al norte de la ciudad de Al Raqa, bastión principal del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Entre los fallecidos hay una menor de edad y hay heridos graves por lo que la ONG no descartó que el número de víctimas mortales aumente.
La llegada de Trump da una posibilidad a la desconexión de EEUU de algunos campos de juego: en primer lugar el Europeo. Moscú lleva años quejándose de que Bruselas sigue la sintonía que marque Washington. Esa orquesta occidental puede empezar ahora a desafinar de verdad. Y Rusia, con menos resistencia que nunca, tocará más fuerte.
Las felicitaciones de Putin
Putin ha sido uno de los primeros líderes mundiales en felicitar al presidente electo y ha dicho que un “diálogo entre Rusia y EEUU responde a los intereses de ambos países”. El presidente de la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, declaró que “el parlamento ruso respaldará todo paso que apunte en esa dirección”.
Es difícil calcular hasta que punto el Kremlin apoyado a Trump. Los medios de comunicación estatales han vertido toda clase de acusaciones contra la candidata demócrata y parece que ha funcionado: en Moscú es difícil encontrar a gente que no prefiera al magnate. Poco importa la opinión de los rusos, salvo si tienen vínculos directos con el candidato ganador.
Y en efecto, Trump ha sido el candidato republicano más ‘ usificado’ de la historia. No tanto por sus comentarios alabando a Putin, sino porque en su entorno íntimo han trabajado personas con vínculos con el poder ruso: Paul Manafort, que llevó su campaña, trabajó para el presidente ucraniano preferido por Moscú, Victor Yanukovich. También dos asesores, Michael Flynn y Carter Page han sido relacionadas con el poder ruso y con su aparato de propaganda, apareciendo en actos públicos cerca del presidente ruso. Con Trump como presidente electo, la designación de su equipo de gobierno dará más datos sobre hasta qué punto va a cambiar la cara que Washington pone ante el desorden mundial. En Rusia la sensación es que ganarán con el cambio.