Los líderes bolivarianos se proclaman herederos espirituales de Fidel
La Habana, 29 nov (EFE).- Con los ojos del mundo centrados en el homenaje póstumo a Fidel Castro celebrado hoy en La Habana, los dos principales líderes bolivarianos, Evo Morales y Nicolás Maduro, se declararon los herederos políticos y espirituales del fallecido expresidente cubano.
Morales, presidente de Bolivia, y Maduro, de Venezuela, que desde hace años mantienen una estrecha relación con la isla socialista y, hasta su muerte el pasado viernes, con Fidel Castro, fueron dos de los oradores más combativos del homenaje póstumo al que centenares de miles de personas asistieron en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Son esos dos presidentes los que principalmente han tomado el testigo de Fidel a la hora de demonizar a Estados Unidos, el “conspirador imperio”, como culpable de todos los males que aquejan a sus países.
Otros líderes de la llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) presentes en el homenaje, como los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Nicaragua, Daniel Ortega, también tuvieron un papel destacado en la ceremonia, en la que participaron unos 20 jefes de Estado y de Gobierno de países de todo el mundo.
Correa fue el encargado de abrir la serie de discursos pronunciados por los líderes políticos internacionales, mientras que Ortega se destacó por su largo mensaje, que contrastó con el más breve pronunciado por el propio Raúl Castro.
El líder ecuatoriano, en un discurso en el que declaró la inmortalidad de los ideales de Castro, agradeció la “solidaridad” de Cuba y Fidel Castro con “la revolución ciudadana” de Ecuador.
Correa también alertó de que el continente americano se enfrenta a “nuevas tormentas”, una idea en la que incidieron los otros líderes de la ALBA.
Por su parte, Ortega se refirió a otro tema recurrente en los discursos de otros líderes bolivarianos, la unidad.
“Hoy más que nunca, la unidad latinoamericana y caribeña se hace imprescindible, más allá de ideologías”, declaró Ortega.
Pero fue Maduro el que más se arropó con la bandera de heredero de Fidel Castro.
El presidente venezolano, que fue el penúltimo orador de la noche, justo antes de la intervención de Raúl Castro, aprovechó la ocasión para revelar el encuentro que Morales y él mismo mantuvieron con Fidel el día de su 89 cumpleaños.
“Nos miró a lo ojos y nos dijo, ‘Maduro, Evo, yo los acompañó hasta los 90 años’. Y yo le dije, sorprendido porque Fidel todo lo que decía lo cumplía, ‘no comandante, no nos puede dejar”, explicó Maduro, quien decretó tres días de duelo nacional en su país.
“Y él me dijo, con mirada compasiva, como de un padre a un niño, ‘yo ya hice lo que tenía que hacer, ahora les toca a ustedes, Evo, Maduro’. Contundente. ¡Ahora nos toca a nosotros!”,
Maduro repitió posteriormente la misma idea al señalar que “ahora nos toca a nosotros, a ustedes estudiantes, jóvenes, militares, campesinos, patriotas (….) a levantar las banderas de la independencia, la dignidad y la libertad de los pueblos”.
“A pesar de las dificultades, lo haremos. Seguiremos el camino victorioso de este fundador de la patria grande” continuó.
Tras la caída de la Unión Soviética, la Venezuela del hoy desaparecido Hugo Chávez tomó el testigo como sostén económico de Cuba frente al embargo estadounidense, y hasta hoy provee a la isla de petróleo subsidiado que cubre buena parte de la demanda energética del país.
La relación bilateral trasciende con mucho lo económico, como se comprobó cuando Chávez enfermó de cáncer y se trató en numerosas ocasiones en La Habana.
Mientras, Morales repitió la idea de unidad, y el ejemplo en ese sentido dado por Fidel Castro, ya lanzada por Ortega.