El puente Simón Bolívar, epicentro del caos
La “avalancha humanitaria” de Guaidó no consigue superar el cordón militar impuesto por Maduro y se consuela con las deserciones de uniformados
La postal de una cadena humana que hiciera ingresar en Venezuela las ayudas solicitadas por Juan Guaidó nunca llegó. La “avalancha humanitaria” se estrelló, de momento, con las armas y los gases lacrimógenos de los militares leales al chavismo y los colectivos que aún respaldan a Nicolás Maduro. En el puente Simón Bolívar, el principal cruce fronterizo entre Colombia y Venezuela, en lugar de un ingreso triunfante, el escenario se descompuso a lo largo de la tarde hasta tornarse sangriento.
El día decisivo, en el puente decisivo, comenzó muy temprano, cuando dos tanquetas de la guardia venezolana llegaron hasta la propia línea limítrofe, donde se bajaron tres uniformados, con sus armas en alto, y pidieron auxilio a las autoridades colombianas. En el tumulto, dos personas resultaron heridas y salpicaron de sangre las vallas de Migración Colombia. Las tres primeras deserciones de una esquizofrénica jornada.