Nombran a pro-europeo Arseni Yatseniuk para encabezar nuevo gobierno de Ucrania
KIEV. AFP. El
pro-europeo Arseni Yatseniuk fue designado el miércoles para encabezar
el nuevo gobierno de Ucrania, mientras Rusia ordenó una inspección
sorpresiva de las tropas cerca de la frontera y estallaron choques
entre militantes pro y anti-rusos en Crimea.
El Consejo del Maidán, que reúne a los líderes políticos de las
protestas ucranianas, la sociedad civil y los grupos radicales, anunció
solemnemente ante una plaza de la Independencia llena de gente al nuevo
gobierno, que reúne a varias personalidades surgidas del movimiento
contestatario.
Estos nombramientos deben ser confirmados en el parlamento el jueves.
De 39 años de edad, Arseni Yatseniuk encabezará el gobierno de unidad
nacional que dirigirá el país, antes de la elección presidencial
anticipada prevista el 25 de mayo. Miembro del partido de la líder de la
Revolución naranja Yulia Timoshenko, Yatseniuk ya fue ministro de
Economía y de Relaciones Exteriores.
Deberá emprender un enorme trabajo para impedir que Ucrania se hunda
en la bancarrota y enfrentar las tendencias separatistas cada vez más
vivas en el sur del país, en particular en Crimea, península donde una
gran parte de la población se siente más cerca de Rusia que de Kiev.
Esas tensiones quedaron patentes en los choques entre militantes pro y
anti-rusos que estallaron este miércoles brevemente en Crimea.
Más de 5.000 personas se congregaron frente al parlamento de Crimea
en Simferopol, constató un periodista de la AFP: por un lado,
manifestantes pro-rusos que reclaman la celebración de un referéndum
sobre el estatuto de Crimea, y por otro, los Tártaros, comunidad
musulmana deportada por Stalin, que están decididos a defender la unidad
de Ucrania.
El cuerpo de un hombre que al parecer murió por una crisis cardiaca
fue encontrado cerca del escenario de las refriegas, indicó el
ministerio regional de Salud.
Crimea, poblada mayoritariamente por rusófonos, es la región de
Ucrania con mayores posibilidades de oponerse a las nuevas autoridades
en Kiev luego del derrocamiento de Viktor Yanukovich.
Tras pertenecer en el marco de la Unión Soviética a Rusia, Crimea fue
añadida a Ucrania en 1954 y sigue albergando la flota rusa del mar
Negro en la ciudad portuaria de Sebastopol.
Ucrania pidió también este miércoles una orden de arresto
internacional del depuesto presidente Viktor Yanukovich, quien al
parecer sigue en territorio ucraniano, anunció la fiscalía general
interina.
En declaraciones a la prensa en Kiev, el fiscal Oleg Makhnitski dijo
que Yanukovich, acusado de “asesinatos en masa”, es ahora objeto de una
búsqueda “a nivel internacional”, aunque no precisó si había formulado
el pedido a Interpol.
Putin ordena inspección de tropas. El presidente
ruso, Vladimir Putin, ordenó el miércoles una inspección de las tropas
de los distritos militares del oeste, cerca de Ucrania, y del centro,
para verificar que están preparadas para el combate, informó el ministro
de Defensa.
“El comandante en jefe ha sido encargado de verificar la aptitud de
las tropas para actuar frente a situaciones de crisis que amenazan la
seguridad militar del país”, declaró el ministro Serguei Choigu, citado
por la agencia Interfax.
Las tropas del distrito militar del oeste (un vasto territorio que
abarca desde la frontera de Ucrania, Belarús, los Estados bálticos,
Finlandia y el Ártico), así como el segundo ejército del distrito del
centro, el mando de defensa espacial y las tropas aerotransportadas
“están en alerta desde las 14h00″ (11h00 GMT), declaró.
El militar precisó que la operación durará hasta el 3 de marzo.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, instó este
miércoles a Rusia a mantener su palabra y respetar la integridad
territorial de Ucrania, tras el anuncio de Moscú de que estaba
incrementando las medidas de seguridad en Crimea.
“Estamos dejando claro que todos los países deben respetar la
integridad territorial (y) la soberanía de Ucrania. Rusia dijo que lo
haría, y pensamos que es importante que Rusia mantenga su palabra”, dijo
Kerry, quien aseguró que Washington no estaba buscando una
confrontación en este contexto de agitación política.
La movilización que derrocó el poder en Kiev se inició en noviembre, a
raíz de la decisión de Yanukovich de preferir un acercamiento a Rusia
en detrimento de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Rusia congeló esta semana la entrega del millonario préstamo que le concedió a Ucrania para sellar esa alianza.
El gobierno ucraniano enfrenta pagos de su deuda pública de 13.000
millones de dólares este año y tiene menos de 18.000 millones en sus
reservas, que deberían agotarse rápidamente.
Para evitar la bancarrota, las nuevas autoridades pidieron a los
países occcidentales y a los organismos internacionales que les abran
créditos por 35.000 millones de dólares durante los próximos dos años.
Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña han respaldado la idea de
montar una operación de rescate económico para Ucrania que sería
supervisada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los Berkut dejaron de existir”. El ministro del Interior de Ucrania,
Arsen Avakov, anunció el miércoles en su página Facebook la disolución
de la policía antimotines Berkut.
El odio por esas fuerzas especiales en ampliamente compartido en todas las regiones de este país de 46 millones de habitantes.
“Los Berkut dejaron de existir”, escribió Avakov.
Los Berkut encabezaron la represión de las manifestaciones opositoras
de Kiev la semana pasada, que dejaron unos 90 muertos, una decena de
ellos policías.
Las autoridades interinas han sido catalogadas por Rusia y sus aliados ucranianos como líderes de un “motín armado”.
Los nuevos dirigentes obtienen en cambio un creciente respaldo de las
potencias occidentales, aunque quedan pendientes cuestiones sobre la
legitimidad constitucional de la decisión parlamentaria de destituir a
Yanukovich y de liberar a la dirigente opositora Yulia Timoshenko.