Cortan el pene a un sospechoso de violar a una niña en Brasil
SAO PAULO. Un sexagenario, sospechoso de haber violado a una niña de
tres años de edad, fue capado y tuvo tres dedos cortados en una aparente
represalia por la supuesta agresión sexual ocurrida en la ciudad
brasileña de Severinia (Sao Paulo), informaron hoy medios locales.
El supuesto violador, identificado como Francisco de Souza de Castro
(66 años), fue hospitalizado en la Santa Casa de la ciudad de Barretos,
vecina a Severinia, donde los médicos intentaron sin éxito
reimplantarle el pene, según informó la agencia Estado.
Castro es sospechoso de haber abusado sexualmente de la niña el pasado
domingo en una hacienda en la que trabajaba como casero.
El
comisario responsable por el caso, Marcelo Pupo, afirmó que Castro
estaba “consciente” en el momento en que fue atacado, por lo que espera
que pueda identificar a sus agresores.
El informe forense
sobre la supuesta agresión sexual de la niña todavía no ha sido
finalizado, pero, según el comisario, hay indicios de que sí “hubo
violación de vulnerable”.
En los últimos meses se han
multiplicado en Brasil los casos de linchamientos y agresiones a
supuestos criminales, lo que ha alarmado a las autoridades.
Este lunes murió una mujer de 33 años que fue linchada el pasado msábado
en la localidad de Guarujá (Sao Paulo) al parecer debido a un rumor
falso que circulaba por internet.
La mujer, identificada como
Fabiane María de Jesús, fue atada y golpeada brutalmente por un grupo
de vecinos de Guarujá que creyó que la víctima era sospechosa de
secuestrar a varios niños para rituales de magia negra, lo que fue
descartado por la Policía.
La Policía arrestó este martes a
un electricista de 47 años, identificado como Valmir Dias Barbosa, por
su supuesta participación en el linchamiento, que fue filmado y
publicado en internet.
Otro caso que generó gran repercusión
en los últimos meses fue el asesinato con un tiro a quemarropa a un
supuesto asaltante retenido por vecinos de Belford Roxo, municipio del
área metropolitana de Río
de Janeiro, una acción que fue fotografiada por los autodenominados “justicieros” y publicada por la prensa local.