Holanda le remueve las heridas a Brasil y se queda con el tercer puesto
AUNQUE NO FUE TAN PROFUNDO, EL NAUFRAGIO BRASILEÑO COMENZÓ AYER MÁS
TEMPRANO QUE EN EL ESCANDALOSO 1-7 DE ALEMANIA EN SEMIFINALES
Eduardo Davis | EFE
Brasilia
Una Holanda pragmática y veloz en el
contraataque venció ayer por 0-3 a Brasil, removió la profunda llaga que
el 1-7 ante Alemania abrió en el “pentacampeón” y se quedó con el
tercer lugar del Mundial disputado en el “país del fútbol”.
Holanda
obtuvo así, con un lugar en el podio del Mundial que el técnico Louis
Van Gaal casi despreciaba y que para el capitán de la vapuleada
selección de Brasil, Thiago Silva, era una cuestión “de honor”, una
apuesta que el fútbol más laureado del planeta también ha perdido en su
propia casa.
Aunque no fue tan profundo, el naufragio brasileño
comenzó ayer más temprano que en el escandaloso 1-7 de Alemania en
semifinales.
Con sólo dos minutos de juego, Van Persie buscó la
primera carrera de Robben, que fue interrumpida por un claro agarrón de
Thiago Silva que el árbitro argelino Djamel Haimoudi consideró dentro
del área y sancionó con penalti.
Amarilla para el capitán
brasileño, que no jugó en el fatídico 1-7 frente a Alemania por sanción,
gol de Van Pierse cuando nadie había sudado todavía y Brasil otra vez
con los nervios a flor de piel e incapaz de reaccionar con algún orden.
Con
esa madrugadora ventaja, Holanda cedió espacios y se dedicó a su
especialidad. Aguantar atrás para sorprender con velocidad a la contra.
Brasil
buscaba en medio del área la estatura de Jo, que ayer jugó en lugar de
Fred, pero el delantero del Atlético Mineiro no llegó nunca y los
centros iban de un lado al otro sin encontrar nada.
La sólida
línea de cinco defensas formada por Van Gaal no pasaba por demasiados
sustos, pero cada balón que llegaba a Robben o Van Pierse sumía en
pesadillas a Thiago Silva, David Luiz y compañía.
Y el fantasma de
la goleada alemana en semifinales se despertó en el minuto 17, cuando
De Guzman, que reemplazó a un Sjneider que se lesionó al calentar,
escapó por la derecha, centró y el mal despeje de David Luiz lo recogió
Blind para volver a batir a Julio César.
Cundió la desesperación
en la selección brasileña, desapareció el poco juego de conjunto que
había y el equipo de Scolari apostó en la individualidad.
Lo hizo
con Oscar, una de las frustradas promesas de buen fútbol de la Canarinha
en este Mundial, y también con Maicon, pero el muro holandés siempre
fue más fuerte.
Los cambios que introdujo Scolari, que además de
Fred sentó ayer al fortachón Hulk y al lateral Marcelo, no funcionaban y
mucho menos servían para resolver el serio problema en el mediocampo de
Brasil, un sector en el que nadie crea, nadie engancha y, peor aún,
nadie marca.
Felipao intentó mejorar las cosas en la segunda etapa
con el ingreso de Fernandinho en lugar de Luiz Gustavo. Logró un poco
más de movilidad, pero cada uno de los muchos balones perdidos en la
medular parecía el inicio de una nueva goleada, que esta vez no fue.
Sobre
el final, en un postrero intento, Scolari quiso apelar a la potencia de
Hulk, que entró por Ramires, pero tampoco funcionó y Holanda volvió a
golpear y anotó el 0-3 en el minuto 90, a través de Wijnaldum.
Aunque
parecía presentir que el equipo de Scolari no tenía cómo reaccionar, la
hinchada brasileña dejaba claro que quería pasar la página del 7-1
alemán y no paró de alentar al equipo hasta casi el final, porque tras
el tercer gol estalló en protestas.
Pero así como animaron casi
hasta el final a sus jugadores, las tribunas no dejaron en paz a Felipao
y lo abuchearon del primero al último minuto. Si hay un culpable del
desastre de Brasil en casa, la “torcida” para haberlo encontrado.
Ficha técnica:
0.
Brasil: Julio César; Maicon, Thiago Silva, David Luiz, Maxwell; Luiz
Gustavo (m.46 Luiz Gustavo), Paulinho (m. 56 Hernanes), Ramires (m.72
Hulk); Oscar, Willian; y Jô. Seleccionador: Luiz Felipe Scolari.
3.
Holanda: Jasper Cillessen (m.91 Michael Vorm); Dirk Kuyt, Stefan De
Vrij, Ron Vlaar, Bruno Martins Indi, Daley Blind (m.69 Daryl Janmaat);
Georginio Wijnaldum, Jordy Clasie (m.90 Joel Veltman), Jonathan De
Guzman; Arjen Robben y Robin Van Persie. Seleccionador: Louis Van Gaal.
Goles: 0-1 (m.3): Van Persie, de penalti. 0-2 (m.17): Blind. 0-3 (m.91): Wijnaldum
Árbitro:
El argelino Djamel Haimoudi. Amonestó a Thiago Silva (m.2), Robben
(m.8), De Guzman (m.34), Fernandinho (m.53) y Oscar (m.68).
Incidencias:
Partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial de Brasil 2014,
disputado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, ante 68.034
espectadores.